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Al hablar en la Universidad de Columbia, la presidenta mencionó el encuentro que mantuvo el domingo con el premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz y en ese sentido sostuvo la necesidad de "pensar una nueva organización en la cual se ponga el acento en el desarrollo económico y social global".
La presidenta se preguntó "cómo hacer para sostener la economía global donde Estados Unidos con déficit estructural, con la familia americana endeuda, convive con China que tiene superávit comercial y una sociedad con mayor capacidad de ahorro".
"Estos disbalances de subsistir van a seguir provocando volatilidad en los mercados e incertidumbre", afirmó.
"Estamos en un nuevo mundo", dijo al referirse a la crisis financiera internacional y "esto exige pensar nuevos organismos".
Citando a Stiglitz, la presidenta señaló que se puede estar en riesgo de que "algunos países, cuando ven que Estados Unidos aplica recetas diferentes a su propia crisis, puedan creer que porque se fracasó hay que volver a otros modelo poniendo en riesgo la construcción democrática".
La presidenta dijo que durante los 90 "la Argentina fue la alumna más dilecta de estas políticas" aplicadas por el Consenso de Washington y "el FMI invito a quien era presidente en ese momento (Carlos Menem) a exponer sobre estas políticas".
"En el año 2001 el país implosionó y se produjo un fenómeno muy parecido a los que hoy vemos en Estados Unidos. Muchos argentinos adquirieron casas con préstamos basados en la paridad uno a uno y luego la devaluación provocó que miles de argentinos estuvieran a punto de perder su hogar", sostuvo.
"Asimismo, los bancos, casi todos, no podían devolver a sus ahorristas los fondos depositados", añadió.
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La presidenta remarcó el proceso de crecimiento que se vive en la Argentina a partir de 2003 contraponiéndolo a la década del 90 en la cual se aplicaron las recetas del Consenso de Washington que "tuvo efectos devastadores en la región".
Cristina destacó que "el año pasado se batieron récords de exportaciones y el superávit comercial alcanzó los 13 mil millones de dólares. Este año, en agosto el superávit comercial fue de 12.598 millones y llegaremos a los 15 mil millones pese a la caída de las exportaciones".
La presidenta remarcó que este proceso se debió a que "en estos años desarrollamos un mercado interno fuerte y la reindustrialización fue marcada. El surgimiento de industrias en estos seis años ha sido el más importante después del período de sustitución de importaciones debido a la segunda guerra mundial".
"Al mismo tiempo desarrollamos políticas activas fuertes que permitieron paliar la caída de exportaciones y junto con el mercado interno permitir defender el trabajo nacional y la inversión nacional y de otras empresas", dijo.
Añadió que "creo también en la necesidad de regulación fuerte de grandes bancos de inversión, en la transformación de organismos multilaterales, en un nuevo rol para el BM, BID, el Banco Asiático".
"La historia es algo continuo, el desafío mas importante que puede tener un pensador es no quedarse con lo que ya se sabe sino imaginar nuevas ideas y formas de cooperación, palabra que debe insertarse en materia de relacione internacionales, que hasta ahora era subordinar, aceptar lo que el otro imponía".
"Ese mundo ha terminado, algunos se niegan, pero creo que la crisis que golpea fuerte, va a exigir una nueva actitud que significa entender que el ejercicio es el de comprender", afirmó.
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